Es tiempo de guerra. La peste se cierne sobre Hyrule, los
gritos y la sangre están en todas partes. Hay cabezas de civiles por el suelo, y
contrincantes de ambos bandos peleando. También están los revolucionarios y los pocos
pacifistas que quedan. El ruido de las espadas suena sin cesar chocando contra el viento.
La luna cada vez es más grande al igual que el olor a putrefacto y a azufre. - ¡Maldita sea esta guerra, malditos seáis vosotros, guerreros de
la luz y la oscuridad!- gritó Misty, líder pacifista.- ¿No veis hasta dónde ha llegado
vuestra avaricia? ¡¡Estáis derrochando vidas!! ¿¿Para qué?? ¿Para ganar un pedazo
de tierra? ¡¡Dejad de luchar y trabajad juntos!!
- ¡¡Ya cállate maldita infeliz!! ¡¡Deja que se maten
entre ellos y quedémonos con las tierras!!- le gritó Rael Caminante Nocturno.
- ¿Y tú qué eres?- le respondió la primera.
Soy un Demon. Pertenezco a las criaturas nocturnas, a las
alimañas de la noche. La avaricia corre por mis venas y el odio también. ¿Para qué
hemos de derramar nuestra sangre si ellos mismos derraman la suya?
- ¿Y por qué debemos dejar que se derrame cualquier
sangre, sea de quien sea?
Los dos se quedaron en silencio. No había nada que decir,
tan solo se podía escuchar la muerte.
- ¡¡¡VEN AQUÍ MALDITA GERUDO!!!- gritó Dark Ganon.-
¡VAS A MORIR
- ¡Ja! ¡Ven tú a por mí, cerdo asqueroso! ¡¡La luz me
protege!!
- JAJAJAJA ¿Qué la luz qué? ¿Qué te protege? Yo no veo
ninguna luz que te proteja, tan solo veo sangre naciendo de tus heridas.
- Mi sangre es el agua que sosiega a la sed de la muerte.
- Sí
Sí, muy poético gerudilla. Precioso. Son unas
bonitas palabras antes de morir.
- ¿Antes de morir? ¿Quién? ¡¡Será tú quien muera
porque yo no tengo ganas!! Te cedo el honor.
- Gracias pero no puedo aceptarlo. Contaré tres
Y
ese es el tiempo que tendrás para huir. Uno
Dos
- ¡¡No me asustas, viejo!!
- ¿Viejo? JAJAJA
dos y meeedio
- Bah, eres un cobarde.- Alhema se abalanzó sobre Dark
Ganon intentando herirle, pero este se hizo a un lado, provocando la caída de Alhema, que
quedó en el suelo indefensa.
- ¡¡TRES!!- Dark Ganon hizo ademán de clavarle la
espada, pero el temblor de tierra lo detuvo. La luna estaba más cerca, mucho más cada
vez. Dark Ganon se giró para observar mejor la luna, con los ojos entornados. Alhema
aprovechó la ocasión para levantarse y coger su puñal para intentar matar a Dark Ganon,
de una vez por todas. Ya estaba a punto de clavarlo en el cuello del líder Gerudo cuando
se escuchó el galope de un caballo. Una mujer iba montada en él, y se cubría con una
capa de color morado. Cogió a Dark Ganon por el cuello y lo montó a su caballo, justo en
el momento en que Alhema movía el brazo con fuerza.
-¡¡¡ARGHHHHH!!! Maldita Gerudo, me ha clavado el
cuchillo en el pié. ¡¡Oye!! ¿Quién eres tú? ¿Qué haces?
La mujer no respondió, se limitó a mirar al horizonte.
- ¡¡Maldita sea!! ¡¡¡RESPONDE!!! ¿Por qué me has
recogido? ¡¡Iba a matar a esa Gerudo!! Argh
Al ver que la mujer pasaba totalmente de él, optó por
callarse y acabar de colocarse bien sobre el caballo.
Llegaron a un castillo de mármol negro, elevado sobre la
Montaña de la Muerte, justo al lado del que un día fue el hogar de los ya extintos
Goron. La mujer desmontó del caballo, tan sigilosa como siempre. Dark Ganon hizo lo mismo
y se quedó en pié, mirándola. Ella lo abrazó con fuerza y le dijo:
- Hermano, siento no haberte hablado antes. Necesitaba que
estuvieras alerta y que no te preocuparas por mí. Si hubieras sabido quien era, te
habrías olvidado de tu vida y me estarías protegiendo.
El muchacho Gerudo le quitó la capucha a la chica y
acarició sus rubios cabellos susurrándole:
- Gracias por salvarme la vida.
Subieron por las escaleras que estaban cubiertas por una
alfombra de color rojo y llegaron a una sala enorme donde habían tres guerreros vestidos
totalmente de negro. Dark Ganon y Dark Princess Zelda caminaron fijamente hacia los tronos
que había al fondo y se sentaron en ellos.
- Mi reina
- comenzó a decir Dark Hydra-
Esperamos sus órdenes para atacar.
- Debemos esperar a que sea el momento apropiado. No
es bueno atacar en medio de un combate, podrían resultar heridos montones de Darks.-
Respondió ella.- No atacaremos.
- Pero
Milady, si no atacamos, atacarán
ellos
- Añadió Sephirot.
- Y la Luna
Está
a punto de caer.- dijo
Dark Link, el tercero de los caballeros.
- No caerá, sé que no caerá
Sólo intenta
asustarnos
- respondió Dark Princess Zelda con seguridad.
- ¡Hermana! ¿Cómo puedes confiar en eso? ¡¡Ese
maldito de Krono Walker va a matarnos a todos!!- Dijo Dark Ganon mirándola fijamente.
- No lo hará. No es necesario derramar sangre.
Esperaremos a que ellos mismos se asusten y entonces atacaremos. Pero no hay prisa. Ella
no caerá.
La última frase la dijo con tal convicción que
ninguno de los otros chicos se atrevió a contradecirla. Dark Princess Zelda se levantó y
se fue a su habitación.
- Señor, creo que nos está engañando- supuso
Sephirot.
- ¡¡CÓMO PUEDES DECIR ESO!! ¡¡ES MI HERMANA!!
- Lo sé, pero
¿Acaso sabes de dónde venía cuando
te encontró?
- Pues
No
- No creo que nos traicionara, quiere demasiado a su
hermano como para hacer eso
- repuso Dark Link.
Mientras, en el templo del tiempo, los Lights
estaban reunidos, discutiendo.
- ¡¡Hay que atacar!!- Gritó Golink.- ¡Es
necesario! ¡Hoy Dark Ganon casi mata a Alhema!
- Pero
¿cómo? Desde que murió Zelda somos muy
inferiores en número
Ah
esa maldita princesa oscura
¿Hasta dónde va a
llegar?- Añadió Martina Gnomo.
- ¡Sí! ¡Destrocemos a ese maldito cerdo!- dijo Alhema-
Estoy convencida de que la dama del caballo era su hermana. Ningún otro Dark faltaba en
la lucha y todos nosotros los cubríamos. Sólo faltaba ella
Tuvo que ser ella
Lo juro por el Santo Triforce.
- Nunca jures en vano. Yo estaba peleando con ella.- dijo
una voz desde la puerta.
- No me lo creo. Krono, no estabas en la batalla.- Dijo
malhumorado Link Red.- Tal vez a ellos los engañes, pero a mí no.
- Me da igual, Link Red. No me creas. Yo estaba con ella.
- Sí
Estarías con ella, pero no peleando.
- No es cierto.
- Sí lo es, no tienes ni un rasguño.
- ¡¡Bueno parad ya de discutir!!- gritó Golink.-
¡¡Necesitamos organizarnos!!
- Tienes toda la razón.- Añadió Martina.- Os estáis
pasando. Al final parece que penséis que Krono nos está traicionando
Aquel comentario provocó un silencio enorme. Tanto
por los que se avergonzaban como por los que creían que acababa de decir una gran verdad.
- Muy bien. Creed lo que queráis. Me voy, tengo un
asunto pendiente.
- ¿Cuál? ¿El de conspirar contra nosotros?
Esa fue la gota que colmó el vaso. Krono se
abalanzó encima de Link Red y se enzarzaron en una pelea. Todos los demás los miraban
con la boca y los ojos muy abiertos. Martina intentó interponerse entre ellos, pero no
hubo manera de separarlos. Finalmente Krono se levantó y dijo:
- ¿Querías rasguños? ¿Querías verme con rasguños?
¡PUES AQUÍ ME TIENES!
Se dio la vuelta y se fue.
Mientras, en el Templo de las Sombras, los Demons
discutían sobre la táctica que utilizar. Zeller quería luchar frente a frente con los
bandos enfrentados, y Edoran quería esperar la oportunidad ideal.
- Dejémoslos a su aire, ellos solos ya se matarán.
Cuando estén débiles, entonces será el momento.- Insistió Edoran.
- ¿Por qué? ¡¡Somos poderosos!! ¡Luchemos!-
replicó Zeller.
- ¿Numerosos? ¿Nos llamas numerosos?- dijo airado
Rael Night Walker.
- Bueno
Es cierto, no somos numerosos. Pero
somos valientes. Todos somos valientes. Y eso no nos lo roba nadie. Ni Darks ni Lights.-
se animó Zeller.
- En eso tiene razón el muchacho nuevo- dijo
Kenlace.- Además, ya estoy harto de los Lights con su espíritu iluso y salvador del
mundo. Y odio a los Darks
Argh
- Sí, claro. Seguro. Sobre todo a Dark Princess
Zelda, por lo de Barbielace, ¿no?- le respondió socarrón Edoran.
- ¡¡NO ME LLAMES ASÍ!! ¡¡SOY KENLACE
KENLACEEE!!
- Bueno, hay que admitir que mi Astra te sacó bien
el nombre je, je, je
- se rió Rael.
Un rayo partió el negro cielo. Todos los
contrincantes se habían ido. Ahora sí había un enorme silencio. Dark Princess Zelda
montó en su caballo apresuradamente, cubrió su cabeza con la capucha de su capa y
espoleó al corcel.
- ¡Vamos Alhiyad! ¡Hay que ir deprisa!
El caballo, negro como el azabache, apenas se
distinguía en la noche. El eco de las pezuñas contra la hierba y el polvo que éstas
levantaban eran el único indicio de que estaban allí. Dark Princess Zelda atravesó todo
el campo de Hyrule y entró a los Bosques Perdidos. El silencio reinó de nuevo.
Dejó a su caballo atado a un tronco. El bosque,
antes siempre animado y verde, no era ahora más que un montón de madera podrida y
reseca. Tan solo los bosques conservaban su encanto, pero no quedaban Kokiris para
habitarlos. Dark Princess Zelda se sentía a gusto en aquellos bosques. Le gustaba
pasearse por ellos. Cruzó el umbral. Luego, tomó el camino hacia el prado sagrado. Era
el único lugar en el que se sentía realmente segura. Pero en medio del camino, dos hadas
se interpusieron en su camino.
- ¿Adónde crees que vas?- dijo la de color rosa.
- ¡Sí! ¿Adónde vas?- Añadió la negra.
- Hola consejeras. Venía a pasearme.
- ¡No puedes!- dijo Dark Navi.
- ¡Eso! ¡ No puedes!- corroboró Dafne.
- ¿Y por qué no?- se interesó la muchacha.
- Huelo Lights. Hay Lights cerca y tú sola no puedes ir.
- Dark Navi
Sé cuidarme, en serio. Mejor que vayáis
al palacio y busquéis a mi hermano. Seguramente me está buscando.
- ¡De acuerdo! ¡Ya nos vamos!- asintió Dafne.
- ¡No podemos! ¿Cómo quieres que nos vayamos dejándola
sola?
- Claro que podemos, ella se sabe cuidar sola.
Las dos desaparecieron en la noche, aunque Dark Navi
iba a regañadientes.
En efecto, sentado en el tocón del prado sagrado se
encontraba Krono.
- Te han olido. No podemos seguir viéndonos, esto
es demasiado peligroso.- le dijo ella.
- Caray, bonito saludo.- bromeó el chico.
- No tenemos tiempo para bromas, Krono. Mi hermano no va a
ceder. No puedo contenerlos más. Atacarán.
- ¿Por qué haces esto? No tienes que salvarnos, nosotros
ya nos sabemos valer por nosotros mismos.
- Mis razones no te importan. Esto es un trato. Lo tomas o
lo dejas.
- Sí me importan. Quiero saber por qué haces esto.- Krono
se hizo a un lado, dejándole a Dark Princess Zelda espacio para sentarse. Ella accedió.
- Hago esto porque quiero. Kuikuish murió en combate, al
igual que Dark Flame Boy. Ya son suficientes.
- También ha muerto Zelda.- dijo él bajando la mirada.-
Era una gran muchacha.
Dark Princess Zelda abrazó al muchacho, con tal de
consolarle.
- Lo sé. Es por eso que quiero que cesen las
guerras. Es por eso
y por ti.
- ¿Por mí?- dijo él sorprendido.
- Da igual. ¿Qué te ha pasado? Tienes heridas
- Nada, una pelea. No importa. Hay cosas más importantes.
- ¿Cómo la Luna? ¿Por qué hiciste eso?
- No lo sé. No me lo preguntes. Ahora estamos destinados
todos a la muerte.
- He intentado convencer a los míos de que no va a caer,
pero no me creen.
- Si tan solo
Hubiera pensado las cosas dos
veces
- Krono
¿No me vas a mostrar tu cara?
- ¡¡NO!! Mi cara es un secreto, no debes conocerla. No
puedes.
- Por favor
Tú lo conoces todo sobre mí
- No es cierto. No lo conozco todo. Desconozco por qué
tienes que ser Dark.
- No te preocupes por eso. Ahora no importa. Estamos solos,
no hay Darks, no hay Lights
- Pero hay luna
- Por favor
Dark Princess Zelda le pasó suavemente la mano por
el pelo. Luego, tomó la máscara con suavidad y se la quitó. Unos ojos dorados como la
miel la sorprendieron.
- Bueno ahora ya sabes cómo soy.
- Sí, ahora sí.
Se miraron fijamente y luego se besaron. Dos haces
de luz aparecieron en el portal.
- ¡¡NO ES POSIBLE!!- dijo sobresaltada Dafne.- Te dije
que ella sabía que él estaba allí. Nos está traicionando.
- No me lo puedo creer. No
No me lo creo. ¿Dark
Princess Zelda? ¿Con
un Light? ¡No! ¿¿Por qué?? ¿Por qué nos ha traicionado?
- Hay que buscar a Dark Ganon. Y contárselo. Veremos qué
hace.
- ¡Dafne, no! Sé que no nos está traicionando.
- ¿No la ves? ¡¡Está besando a un Light!! ¿A eso no le
llamas traición?
- No aguanto más. Voy a buscarle. Sé
que está en el bosque. Lo sé. ¡ Le encontraré!- dijo Alhema.
- Paciencia, espera.- La tranquilizó Kairut.- No debemos
precipitarnos.
- ¡Alhema! ¡Por fin te encuentro!
- ¡Rael!
Los dos corrieron y se abrazaron.
- ¿Dónde has estado todo este tiempo? Estaba preocupada.
- Los Demons van a luchar. Irán todos contra todos.
Alhema, debemos huir.
- No puedo. No puedo dejar aquí a los Lights. Ven conmigo.
Iremos a nuestros cuarteles y nos uniremos. Es la única manera de no luchar.
Rael asintió. Los tres se dirigieron al Templo del Tiempo,
y allí hablaron con Golink.
- Unámonos. Juntos venceremos a los Darks.- propuso Rael
Night Walker.
- ¿Y cómo sé que no vas a traicionarnos después?- dudó
Golink.
- Nunca dañaría a la Dama del Sol.
Alhema se sonrojó.
- ¡¡LIGHTS!! ¿¡¿DÓNDE ESTÁ KRONO?!?
Dark Ganon irrumpió en la sala. Alhema cogió su espada y
se interpuso entre él y Golink.
- Tal vez esta mañana no pudiera acabar contigo, cerdo,
pero ahora sí lo haré.
- No me vengas con jueguecitos de espadas. Vengo a por
Krono.
- ¿Y qué te pasa con Krono?- quiso saber Golink.
- Quiero preguntarle qué demonios hacía besando a mi
hermana.
- ¿QUÉ?- gritaron todos los Lights al unísono.
- Lo sabía, os dije que nos traicionaba. Es un Dark- dijo
Link Red.
- No digas eso, tanto tú como yo sabemos que Krono no nos
iba a traicionar. Él sabe que nos traería la muerte.- le defendió Martina desde el otro
rincón de la habitación.
- ¿Y la Luna no nos va a traer la muerte? ¡Nos quiere
matar a todos!- gritó Kairut.
Se quedaron en silencio.
- ¡Buenas! ¡Ya he vuelto! Vale, escuchad, tengo
que hablar con vosotros sobre Dark
- ¿Princess Zelda? ¿¡Qué le has hecho a mi hermana!?
- ¿Dark Ganon? ¿Qué haces aquí? ¡Y Rael! ¿Qué está
pasando aquí?
- Esperábamos que nos lo contaras. Y de paso que pararas
la Luna ya. Nos estamos poniendo nerviosos
- dijo Martina.
- ¿La Luna? Amigos, ¿No os dais cuenta? La Luna va a
caer. Es eso de lo que os quería hablar. Eso y de la solución.
- ¡MALDITA SEA! ¡NO HAY SOLUCIÓN! ¿Por qué nos
engañas? ¿Qué te pasa?- gritó enfadado Dark Ganon- Y ya puedes decirme dónde está mi
hermana. Tengo que hablar con ella sobre algo muy importante.
- ¡Deja a tu hermana en paz! ¡Ella no te pertenece!- dijo
airado Krono. Los presentes se miraron entre sí. Los murmullos comenzaron a correr de
boca en boca, y Dark Ganon comenzó a recopilar energía. Luego abrió un gran torbellino
de luz roja que rompió el techo y las paredes del Templo del Tiempo. Luego desenfundó su
gran espada y se puso en guardia.
- Esta vez has ido demasiado lejos, lucerito
Todos los demás presentes desenfundaron las espadas para
defender a Krono y atacar a Dark Ganon. Pero de entre el humo aparecieron un montón de
Darks, y reflejos de las espadas que se desenfundaban. La lucha iba a comenzar.
Los cuervos graznaban, el olor a azufre del infierno
llegaba al olfato de los guerreros y el odio comenzó a correr pos sus venas. Un rayo
marcó el comienzo. Unos se abalanzaron contra otros y comenzó la batalla. Los Demons,
capitaneados por Edoran, se unieron a la batalla. Y Misty y sus compañeros observaban
desde los tejados. Unos miraban la batalla, otros miraban la Luna. El caso es que todos se
decían para sí mismos que a dónde había ido a parar aquella guerra.
Dark Princess Zelda iba al trote, sin prisas, de vuelta a
su palacio. Iba ensimismada, pensando en el rostro de Krono, en el tacto de sus labios. De
repente, dos luces ya familiares para ella empezaron a girar a su alrededor.
- ¡Lo siento, lo siento!- repetía la rosa.
- ¡Dark Ganon va a empezar el combate! ¡Los Darks y los
Lights se están peleando!
- ¿Qué? ¡¿Pero cómo?!
- Esto
te vimos con ése Light. Pensamos que nos
habías traicionado y corrimos a avisar a Dark Ganon. Él dio un grito de ira y dijo que
le iba a matar
- ¿QUÉEEE? ¡¿ DÓNDE?! ¿ADÓNDE HA IDO?
- Al Templo del Tiempo.
Dark Princess Zelda entornó los ojos. La Luna estaba sobre
la única torre que quedaba en pié del Templo, y podía ver luces producidas por el
choque de energías. Espoleó a su caballo y corrió hacia el lugar. Sus ojos azules
escudriñaron todo el territorio, buscando al joven Light y a su hermano. Y en medio de
todas las peleas, los descubrió a los dos, mirándose cara a cara, con las espadas en la
mano.
<< Por Midnight, qué está pasando aquí
No va
a dar tiempo
No puede salvarlos
>>
Comenzó a correr y se interpuso entre los dos
contrincantes.
-¡¡ Dark Princess Zelda!! ¡Has venido!
- ¡¡Hermana!! ¡Pensaba que te había hecho daño!
- Estoy bien. Debéis detener la batalla, queda poco para
que caiga la Luna.
- Sí, hermana, es el fin. Deja que sacien su sed de
sangre, aunque sea lo último que hagan.
- Pero
¡hay un lugar a dónde podemos ir!
- ¿Qué? ¿Pero de qué hablas?- preguntó Dark Ganon
intrigado.
- De lo que venía a contaros. Os llevaré a Términa, pero
si prometéis que la pelea acabará.
- No puedo prometerte eso. No se puede detener nuestro
odio. Moriremos todos, pero no acabará el odio. Nunca.- dijo Dark Ganon.- Id vosotros y
llevaos a los pacifistas.
- No, hermano, yo no me iré.
- Y yo no voy a dejarte aquí, Dark Princess Zelda. Nunca.
Krono y Dark Princess Zelda se miraron a los ojos. Luego al
cielo. Los temblores eran cada vez más fuertes, y cada vez era más grande la cara de la
Luna."
Siguió la batalla, y una hora más tarde cayó la
Luna.
- Je, je, je
Impa esa historia es muy buena. ¿De
dónde has sacado tantos nombres?- dijo la pequeña Zelda divertida.
- Del Futuro que nos espera, si nadie detiene el odio entre
los Darks y los Lights.
- Impaaaa
A mí me gustan los malos. Me voy a jugar
con ese señor vestido de negro que llegó al castillo. ¡Adiós!
- Adiós mi pequeña Dark Princess Zelda
Algún día
conocerás a ese Krono Walker, y sé que salvaréis Hyrule. Por más que te corrompa Dark
Ganon
Sé que nos salvarás.
Dedicado a todos aquellos que me animaron a seguir
escribiendo: Golink, Martina, Rael Night Walker (mi astro querido =P) y sobre todo a
Ploter, mi zorro favorito, por confiar en mi hasta en mis peores momentos y soportarme.
¡¡TQM!! Y a Krono por ser tan genial, y a Alhema por esos mofletes tan rojos que le
pongo, y a Dark Ganon porque es Dark Ganon ^^ y por nuestro próximo encuentro. ¡¡OQM!!
Sin olvidar a mi brujita favorita, Kou, mi gran cantante, Mnatalia, mi poeta favorito,
Jazz, la reina de las cínicas y a su novio, Steph y Dark Link y por supuestísimo a mis
dos consejeras y a todos los que salen en la historia. ¡¡OS QUIERO MUCHO ^^!! |