Era una bonita mañana de Navidad, la cual
era nevada, Link jugaba con Saria y los demás Kokiris sobre la nieve en el pueblo kokiri.
Link, jugando, lanza una gran bola de nieve a Mido, esta estalla sobre toda su cara: -Link, eres... , eres..., .
-Mido, sabes que ha sido un accidente, deja
en paz a Link.
-Vale Saria, pero yo ya no quiero jugar
más con él, y seguro que los demás kokiris tampoco.
-Si, tienes razón Mido, con Link no se
puede jugar porque siempre nos gana y no es justo.
-Eso es envidia.
-No Saria, de todas maneras nos vamos.- Y
los kokiris se fueron alejándose poco a poco hasta que Link y Saria se quedaron solos.
-Aisss, estos kokiris..., siempre
quejándose por todo, son tontos.
-Saria, da igual, después de todo ya estoy
acostumbrado.
-No digas eso, son tontos, no los
comprendo, es sólo que te tienen envidia- Link se dio media vuelta de golpe:
-Me llaman.
-¿Qué? ¿Quién te llama?
-El brote del árbol Deku.
-Qué interesante, seguro que tiene alguna
misión.- Link se dirigió apresuradamente hacia la ladera dónde se encontraba el brote
Deku. Corría y corría y justamente cuando los restos del viejo árbol Deku aparecían a
su vista, una sombra apareció de detrás de una roca, Link alarmado sacó su espada, y la
sombra a continuación sacó otra, Link sin pensárselo dos veces arremetió contra ella y
esta se defendió, blandiendo su espada con igual o mejor maestría que Link, su ataque
quedó anulado por la defensa de la sombra, mientras Link quedaba aturdido, ésta sacó un
botecito brillante de su bolsillo, lo agitó, y lo tiró al suelo produciéndose un gran
esplendor que cegó completamente a Link, cuando recuperó la vista no había nadie.
"Pero qué fue eso". Continuó corriendo, ahora sí, con más velocidad hacia el
brote Deku. Cuando llegó a él contempló aliviado que estaba a salvo, pero no quiso
comentarle nada de lo sucedido anteriormente al no estar seguro de si había sido real o
no.
-Link, tengo algo que decirte. He recibido
un mensaje de Zelda...
-¿De Zelda?- Preguntó Link alarmado y
contento a la vez.
-Sí, dice que te dirijas a su castillo,
que tiene algo importante que decirte. Más vale que te dirijas cuanto antes hacia allí.
-Entendido, ahora mismo voy- se dio media
vuelta y salió corriendo hacia el valle kokiri.
-Espera Link, todavía no he acabado- dijo
el árbol Deku. Link volvió de inmediato intrigado por lo que podría ser lo que le
tenía que decir más.
-Hay algo más que debes saber, Link.- En
ese instante una pequeña sombra saltó de entre las ramas y apareció justo delante de
Link.
-Tú, tú eres la sombra que me atacó
antes.
-No, tú me atacaste primero y yo me
defendí.
-Chicos, no discutáis. Link, te presento a
Kamy- Kamy era una niña pequeña, aparentaba siete años, tenía un aspecto muy parecido
al de los Kokiris, tenía el pelo castaño, a media melena y cogido con una cinta que
llevaba por la frente, y ojos marrones, los demás rasgos eran iguales que el resto de los
kokiris (incluyendo las orejas). Vestía unas ropas verdes (cómo las de los Kokiris),
exceptuando pequeños detalles como por ejemplo; su falda era a su vez un pequeño
pantalón (falda-pantalón), y las mangas de la parte superior le llegaban hasta la mitad
del antebrazo, pasado el codo, llevaba un cinturón marrón con una hebilla plateada y
redonda, sus botas eran algo más altas que las de un kokiri, llevaba una espada cogida a
la espalda, un escudo Hylian, y una pequeña bolsa cogida a su cinturón (tenía un
aspecto similar al de Link, y en el fondo se parecían)
-Vaya, veo que tú eres Link, pues yo soy
Kamy y vengo a ayudarte.-
Link, confuso miró al brote deku el cual
le devolvió la mirada inmediatamente.
-Link, ella te acompañará en tu viaje,
también ha sido llamada por la princesa Zelda.
-Bien, ¿hay algo más que me quieras
decir? Gran brote Deku.
-No, ahora marchar hacia el castillo.-
dicho esto ambos individuos, Link y Kamy marcharon hacia Hyrule. |